viernes, 18 de noviembre de 2016

Historias de la radio    Historias de la radio
Inés Luna: "Era un tesoro tener radio, era la compañía de la familia"

Inés Frantz de Luna nació el 27 de mayo de 1944 en colonia "La Luisa", Gral.Conesa. Conduce el programa radial más antiguo de la localidad llamado "Vivencias de mi pueblo" que se emite los sábados de 10 a 12 horas. Desde 1989 comenzó a recopilar la historia oral y escrita de la localidad a través de extensas charlas con antiguos pobladores. En 1996 fundó el periódico local "El puente" que continúa editando y ha difundido la historia del lugar en distintos medios escritos bajo el título de "Vivencias de mi gente".


En esta entrevista nos cuenta sus recuerdos de la infancia con la radio para finalmente llevarnos a sus orígenes como conductora de un programa radial que lleva en el aire más de  28 años consecutivos.

¿Cuándo era pequeña, escuchaba radio? ¿Qué recuerdos tiene de la radio en su infancia?
Yo era muy chiquita cuando mi papá compró la radio, tendría unos 5 o 6 años, esos son los recuerdos que tengo. A mi papá le gustaba mucho la música y a  mi mamá mucho las novelas. A pesar de ser una familia de escasos recursos la radio estaba. Era una radio grandotota que tenía un acumulador y se abastecía de un molinito y, si no había viento no cargaba. Cuidábamos mucho que no se descargara la batería. Mi madre solía apagar la radio para que no se termine la batería en  su horario sagrado, que eran las 3 tarde cuando emitían la novela de Javier Risso, de Bahía Blanca. Mi papá escuchaba los noticieros y como amaba la música, también escuchaba “La Glostora Tango Club”. Se escuchaban las emisoras nacionales como: Radio Belgrano y Radio Nacional.

¿Qué significaba tener una radio por ese entonces? ¿Cuál es el recuerdo más significativo que tiene en relación con la radio?
Tener una radio era un privilegio, los vecinos que no tenían radio hacían kilómetros para venir a escuchar algún evento especial como cuando hablaba un presidente.
El recuerdo más lindo que tengo es de las fechas patrias. Mi papá era alemán pero más argentino que el mate; era muy patriota por lo tanto en las fechas patrias nos hacía parar junto a la radio y cantar el himno nacional acompañándola. Era hermoso, desentonaba mucho pero era hermoso cómo todos cantábamos el himno un 25 de Mayo. Era la única manera de escuchar el himno. Mi papá cantaba con mucho patriotismo y ese sentimiento es lo que heredé de él. Tenía un gran sentido de pertenencia por Argentina habiendo venido de su tierra natal a los 13 años. La radio nos daba la oportunidad de escuchar la música típica, el tango el folclore, la buena música de esos tiempos. Nos hacía compañía.
¿Cuál fue la noticia que más la impactó escuchar de niña?
La noticia que más nos golpeó a todos fue la muerte de Eva Duarte de Perón. Evita era un sentimiento nacional; a pesar de la política, era una figura representativa, los chicos la queríamos mucho. Imagínate que éramos de hogares humildes, de zapatillas con los dedos afuera; por lo tanto; el significado que tuvo para nosotros recibir el primer juguete, la primera muñeca en nombre de Evita, era muy fuerte. Ella fue más allá de la política. Sentimos que habíamos perdido a alguien muy importante en nuestras vidas.
¿Tenía un programa radial favorito?
Mi programa favorito eran las radio novelas. Me gustaría mucho hacer una radionovela, es mi asignatura pendiente. Con mamá esperábamos las 3 de la tarde con mucho entusiasmo para escuchar las historias de amor. Era muy divertido cómo cada uno construía  cada personaje con su imaginación, la radio ayudaba a nuestra creatividad, el relator describía la protagonista pero nosotros la armábamos a nuestro parecer.
¿Cómo evolucionó su relación con la radio? ¿Cómo llegó de adulta a tener su programa radial “Vivencias”?
Yo fui madre de tiempo completo, hasta que mi hijo menor cumplió 13 años, ahí comenzó a sobrarme el tiempo. Tenía 43 años. Siempre fui medio metiche pero siempre ama de casa, a  mi marido no le gustaba que trabajara, eran esas ideas torcidas que tenía la gente de antes porque está muy bien trabajar.
Oscar Villarreal, que era un maestro y supervisor que vivía en la localidad, tenía un programa que se llamaba “Reliquias de mi pueblo” en Radio Municipal. Un día escuché que entrevistaba personas de Conesa; cuando dieron el número de teléfono, llamé desde el fijo de mi casa para ofrecerle la historia del Barrio Villa Arana, mi barrio. Entonces Oscar me dice: “¿quiere salir al aire?- “No!”-le respondí yo. “¿Y venir hasta acá?” -dijo él- “Mucho menos” –respondí yo-.” “¿Y si nosotros vamos a sus casa?” –insistió-. A lo que yo le respondí:  “desde mi fortín, lo que quiera”, era mi casa mi lugar seguro.
Oscar vino tres veces a casa por mis historias. La primera historia fue la de mi barrio pero hubo más para contar. Cada vez que yo le contaba algo el volvía a invitarme a ir a la radio, como yo continuaba negada, él se iba y en su programa decía: “…dice la señora Inés Luna….” Y relataba mis anécdotas. Todos los sábados Oscar tenía una historia mía para contar. Hasta que una vez me pregunta quienes eran mis padres, y ahí me di cuenta que tenía mucho para contar y que era yo en persona quién debía hacerlo.
Por lo tanto, ya algo más decidida a ir primero debía consultarlo con mi esposo e hijos. En la mesa les digo que Oscar insiste en que fuera a la radio y la verdad es que  yo estaba tentada, sentía mucha curiosidad, no tenía idea de cómo funcionaba o era una radio por dentro. Entonces pregunto y mi hijo me dice: “¡mamá! ¿A qué vas a ir, a pasar vergüenza?” Y mi hija me dice: “¿vos escuchaste a fulana hablar en radio?” Y yo le digo que sí. “¿Y no te animas a hacerlo mejor?”, me pregunta. “Si, seguramente hija!” le dije…_”Entonces andá mamá”, me dijo ella y mi marido no se opuso.
Fui ese sábado a la radio, muy tensa y nerviosa, veía el micrófono como un monstruo, empecé a contar cosas y la charla se fue dando, era la cuarta vez q me entrevistaba Oscar. A los 20 minutos me había enamorado de la radio. Entre nerviosa y salí segura, feliz. Me volvieron a invitar cada sábado y un día Oscar me dice que se iba de vacaciones por un mes y me propone quedar a cargo del programa por ese tiempo. Mi  condición fue que me acompañe “Guigui[1]”.  Entonces salí al aire sola.  Cuando finalizó el programa, me llamó Oscar para decir que había escuchado el programa y que salió hermoso. Me había hecho una trampa  para que yo me animara y él aun estaba en Conesa para escucharme. “No me equivoque Inés, la felicito” me dijo. Cuando regresó de ese mes de vacaciones volvió con la triste noticia de que se iba de Gral Conesa, fue así que me dejó el programa y me atreví a cambiar parte del nombre, pasó de ser Reliquias de mi pueblo a Vivencias, ya que considero que reliquias se queda solo con el pasado en cambio vivencias abarca pasado presente y futuro, que es de lo que habla el programa.

¿Qué le brindó la radio en estos años?
La radio me trajo mucho, lo que soy puertas afuera de mi casa me lo dio la radio por eso no la dejo; en marzo de 2017 cumpliremos 29 años consecutivos y no concibo un sábado sin el programa. Salimos al aire hasta en Enero porque no me tomo vacaciones.
Es el programa más antiguo de la General Conesa y además está declarado por la Legislatura Provincial como el Programa “Histórico cultural y radial”, más antiguo de Río Negro. La radio también  me llevó a escribir el periódico ya que vi que Conesa no tenia historia escrita, una pena, los pueblos que no conservan su historia no tienen rumbo.

Finalmente Inés, ¿Cómo ve la radio hoy, la podría comparar en algún aspecto con la de sus recuerdos de la infancia?
Ahora hay muchas radios es maravilloso podes elegir, tener audiencias variadas, hay para todos los gustos y eso es hermoso.
Antes, la  radio era todo, su importancia la sabemos quienes vivimos esas épocas. Ese sentimiento tan especial que produce, era lo único que había para entretenernos en la chacra, los domingos no había futbol. A la tardecita mi papa subía el volumen cuando carpíamos los surcos, la sacaba afuera para que escuchemos mientras trabajábamos, era la alegría de la casa, era algo muy importante, era más importante que hoy el televisor
Era un tesoro tener la radio, no era fácil, no cualquiera podía tenerla entonces la disfrutabas más.




[1] “Guigui” era el sobrenombre del señor Sabino Kucich quien trabajó en los controles de Radio Municipal.

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