Una vecina de Viedma que se define como “un animal de radio”
Por Carolina Vega
En la intimidad
de su hogar, Elvira nos cuenta cómo nació su pasión por la radio cuando en sus
años de niñez y adolescencia, hacia los años 50 y 60, vivía en José Casás, en
el partido de Patagones, provincia de Buenos Aires. En un emotivo viaje nos guía hasta los
tiempos en los que la radio cumplía una función social y cultural que iba más
allá de informar y entretener. Con
personalísimas afirmaciones reclama a los medios actuales que cumplan el papel
de formadores culturales que la radio tenía entonces.
¿Cómo era la vida
en José Casás en las décadas de los 50 y 60?
Vivíamos en un lugar
agrícola-ganadero. Yo era de una familia de colonos así que éramos una familia
humilde. Ibamos en sulky a la escuela
del pueblo que quedaba a siete (7) kilómetros de distancia. Era una vida linda
de mucho contacto familiar. El pueblito era de muy poco habitantes, pero de la
Colonia nos reuníamos alrededor de 60, 70 alumnos. Teníamos una sola maestra
rural que atendía los siete grado. Eramos todos una familia, éramos de una
comunidad. La mayoría eran hijos de extranjeros. Yo soy nieta de alemanes. Tuve una hermosa
infancia, de mucho respeto. Los domingos eran de visitas de familia. Nos
dedicábamos a ir a ver a los abuelos. Era sagrado ir a comer con los
abuelos.
¿Cuáles eran por
esos años las formas de comunicación que ustedes tenían a disposición en
Casás?¿Cómo se comunicaban con el resto del país?
Nos informábamos por
la radio y por los diarios que llegaban una vez por semana en el tren que venía
desde Buenos Aires hacia San Antonio Oeste.
En el tren venía un vendedor al que le decían “el que vende revistas” y
traía los diarios La Nación, La
Razón en ese tiempo y alguna revistita
para la escuela como por ejemplo el Billiken.
Y después la información más generalizada era por la radio que nos tenía
contactados con el resto del mundo porque la verdad que nada que ver como ahora
con las redes sociales y todo lo que hay. Igual, actualmente con todas las
comodidades y todo lo que tengo, para mí la radio es importantísima. Yo soy
un animal de radio.
¿Qué se
escuchaba? ¿Se acuerda de algún programa que tenga presente en este momento?
Se escuchaban
programas familiares. Cuando estábamos
en la casa, a la noche prendíamos la
radio que se abastecía con una batería común de 12 volts. Escuchábamos con mi papá, mi mamá y los hermanos
un programa que se llamaba “Los Pérez García”, después escuchábamos el
“Glostora Tango Club” que era en vivo. Estaban Darienzo, Varela, De Ángelis y
tocaban en vivo en radio “El Mundo” de Buenos Aires. Escuchábamos las emisoras de Buenos Aires
porque en ese tiempo no existían las FM.
Eran las radios de Buenos Aires, y eso a pesar de que estábamos tan distantes nos mantenía
informados. Nosotros escuchábamos por esas emisoras contecimientos notables,
por ejemplo la muerte de Evita. Nosotros escuchamos por la radio cuando murió
Evita...
Cuéntenos como
fue esa situación. ¿La tiene presente?
Si, totalmente. Era un día de julio lluvioso, feo, muy feo. Estábamos en la casa en el campo y
yo creo que eran hacia las 20, alrededor de 20:15, no estoy segura. Dijo la radio “murió Evita” y en nuestra casa
fue un día de duelo porque era un
personaje importantísimo más allá de las ideologías políticas. Evita era un
personaje conocido. Yo no tenía todavía cinco años y la tengo totalmente presente porque era un
personaje del que uno escuchaba hablar.
Evita era un personaje destacado. Yo
recuerdo que los días de Reyes y en las Navidades, ella nos hacía llegar cosas. No la conocíamos
más que por fotos porque imágenes televisivas no teníamos. Esa noticia lamentable
de Evita nos llegó por la radio y así seguimos después todo el proceso de
los días de duelo que hubo en el país.
Y es consciente
de que como ustedes el resto del país vivía esa experiencia al mismo tiempo.
Todos. Después ya
cuando yo comencé la escuela primaria porque en esa época no había jardín de
infantes, nos comentábamos entre nosotros lo que escuchabamos en la radio. La diferencia estaba en que se conservaba y
se respetaba mucho más el vocabulario que ahora. Y a nosotros, nos servía eso para pulir
nuestro propio vocabulario porque nosotros la radio la usábamos como una
especie de aprendizaje.
¿La radio era un
medio formador dice usted?
Si. Totalmente. Nosotros
incluso en las fechas patrias escuchábamos toda una reseña que hacían con lo
relativo a ese día que se celebraba.
Para nosotros era como un
complemento incluso para la escuela porque no teníamos otra forma de recibir
instrucción. Ahora a lo mejor es más fácil meterse en internet y conseguir
alguna información.La radio era importantísima.
Me acuerdo de esas épocas que había señores locutores como Cacho Fontana, Antonio Carrizo. Te estoy
hablando de radio “El Mundo”. Los domingos escuchábamos una emisora de Bahía
Blanca que estaba a las 10 de la mañana.
Era un programa al que iban músicos en vivo. Solía ir gente de nuestra
zona a actual en vivo y nosotros los escuchábamos. No los veíamos pero nos
conformábamos con escucharlos porque, incluso, a veces era gente conocida.
¿O sea que además
de ser un medio formador, la radio de entonces era un medio de promoción
cultural?
Si, y se conservaba
y se cuidaba mucho el estilo, la forma de hablar, la forma de expresarse, la
formas de hilbanar las frases. Yo añoro
esa época.
¿Nota la
diferencia con la actualidad?
Si. Noto mucho la
diferencia. Por eso no acepto muchas veces ese vocabulario soez que se escucha
en la televisión. Yo no soy partidaria de eso. Para mí el medio de comunicación
tiene que ser instructivo y tiene que ser una forma de ayudar a alguien, que a
lo mejor no tiene otra posibilidad de mejorar su forma de expresarse, a
aprender. Tiene que ser una escuela. No
corromper lo poco bueno que nos queda.
Por lo que dice,
entonces, ¿considera que los medios amplían nuestra percepción del mundo?
Si. También me gusta
ahora ver cuando pasan información de otros países porque siempre lo relaciono,
vuelve otra vez al tema de la radio. Lo que pasaba es que la radio era prestar
el oído, se apelaba a la imaginación. Ahora uno lo acompaña con la imágen que
en ese tiempo no teníamos. Ahora yo miro incluso programas que pasan del
exterior, internacionales. A mí me gusta
estar saber lo que está pasando en el mundo también.
¿Usted nota un
deterioro?
Si. Para mí se ha
perdido mucho el cuidado de la expresión.
¿De las formas
dice usted?
Si, para mí si.
Siendo una persona de casi 70 años creo que hay momentos para decir ciertas
palabras pero no es al aire para que las escuche cualquiera. A mí me gusta conservar la formas y el
respeto y que si uno está sentado con un hijo o con un nieto que se escuche
algo que mantenga la forma que uno quiere mantener en la casa. A mí me gusta
mucho la radio, es lo más informativo,
incluso hasta más inmediato. La radio para mí es lo que llega a los lugares más
insólitos, uno no tiene idea a donde llega la palabra de una emisora de radio,
ni las mismas personas que trabajan en la radio pueden saber a donde llega.
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